Tras la experiencia de las dos primeras convocatorias del “correlín” como herramienta de iniciación escolar en la práctica de la orientación se ha podido constatar una creciente participación.
El año pasado como prueba totalmente experimental llegó a convocar en alguna ocasión más de treinta participantes. Este año formalmente divulgado a través del área de deportes del Ayuntamiento entre los colegios burgaleses hemos superado las ciento cincuenta.
La satisfacción experimentada por niños y padres con esta actividad nos ha obligado a la preparación de nuevos recorridos más complejos para alargar una jornada que resulta a todas luces atractiva.
Hemos creado una herramienta de iniciación en el que la ausencia de competitividad ha sido aceptada con naturalidad respondiendo al espíritu original de este deporte. Conseguimos introducir al niño progresivamente en las características básicas de la orientación familiarizándole con sus elementos más significativos, baliza y pinza, con un primer contacto con el mapa a través de la tarjeta y la identificación del control.
A falta de ciertas mejoras, los objetivos se están alcanzando con normalidad. La difusión llega cada vez a más colegios y hemos respondido a la demanda creando recorridos de calidad encadenados con progresión. El circuito de seis convocatorias a lo largo de gran parte del curso escolar acerca a los niños (y los padres) al club.
Si esto sigue así, será necesario crear una estructura de trabajo (escuela) que responda a esta demanda y de continuidad a aquellos niños y jóvenes (club), creando un sistema de fidelización a modo de las escuelas francesas (carnet de participación en el correlín, baliza de bronce, plata y oro para los que continúen en el club).
Correlín. Preparación y montaje de una prueba de iniciación a la orientación
La “Escuela de Orientación del club Tjalve” se organiza de la siguiente manera para montar una prueba de “correlín”:
Equipo de recorridos (trazado y montaje)
Estará compuesto (si es posible) por tres trazadores que colocarán los recorridos previamente estudiados, bien simultáneamente (cada trazador un recorrido con cinta y balizas al mismo tiempo) o sucesivamente (un trazador coloca la cinta y otro las balizas).
El procedimiento más recomendable parece ser este último. El trazador que coloca las balizas revisa la correcta continuidad del recorrido montado por el anterior.
De cualquier manera todos los correlines pueden estar montados entre 30 y 50 minutos.
Para colocar las cintas, si el rollo de plástico es nuevo, se cortarán los tramos de cinta como la longitud de nuestros brazos extendidos y se atarán mediante un único nudo levemente cerrado para facilitar su retirada.
Precaución: que desde cada cinta se vea la anterior y posterior. Los tramos entre cinta y cinta, por tanto, tendrán una longitud variable, que nunca será excesivamente como para que no llegue a verse.
Con el viento, éstas se mueven u pueden quedar ocultas al enredarse en otras ramas.
Si se emplean cintas de plástico similares para ambos recorridos, habrá que tener cuidado de que no se crucen o confundan.
En caso de giros pronunciados o pasos obligados utilizaremos grandes tramos de cinta para reencaminar al niño hasta ver el siguiente tramo en la dirección correcta.
Los trazados tendrán la longitud apropiada para cada dificultad de recorrido.
Se evitarán peligros objetivos como carreteras, grandes pendientes, ríos caudalosos,…)
Si es posible habrá grandes tramos a la vista de monitores, cuidadores y padres.
Tanto la baliza de salida como las cintas de cada recorrido deben estar claramente diferenciadas.
Por último, habrá que tener siempre presente la seguridad del niño que generalmente se moverá solo o en pequeños grupos en una de sus primeras pruebas de orientación.
Taller de inscripciones
El participante debe reconocer con facilidad la mesa de inscripciones donde confirmará su participación (necesario para el seguro deportivo).
Se comprueba su nombre en los listados facilitados por el Ayuntamiento o se anota en impreso aparte los datos que sean necesarios.
En caso de que no posea “carnet de orientador” se le facilitará uno (rellenando nombre, edad, colegio,…)
Se entrega también información (mediante un tríptico) sobre el desarrollo de la actividad, situación del “taller de salidas” y paneles de información.
El equipo de inscripciones estará formado por el personal necesario para atender con fluidez la probable cantidad de inscripciones (dos o tres personal que podrán ser las mismas que colocaron los recorridos).
Si en este momento se sella el carnet en la casilla correspondiente a la prueba de este día, con ello le estamos diciendo al “taller de salidas” que ya han cumplido con el trámite de inscripción. Si participa o no, no será un problema.
Taller de salidas
Su misión consiste en proporcionar las tarjetas de control para los recorridos A y B y los mapas para el recorrido C después de comprobar que han pasado por la mesa de inscripciones.
Para ello una persona contará con dos sobres diferenciados con tarjetas de control de los recorridos A y B mientras que otra tendrá los mapas y la tarjeta del recorrido C.
Indicarán la situación de la “baliza de salida” que se verá con claridad en las proximidades.
Una tercera persona de apoyo puede dar las últimas instrucciones para la correcta realización de los recorridos.
Tal y como se ha podido comprobar en anteriores pruebas, la mayoría de los niños quieren realizar otro recorrido; habrá que tener previsto, tarjetas y mapas suficientes.
También habrá que tener muy claro, cuántos recorridos se va a permitir realizar a cada niño para no vernos sobrepasados.
Taller de meta
Una única persona se limitará a recoger las tarjetas, clasificándolas por recorridos. No es necesaria la comprobación de pinzados.
Al finalizar el circuito y previa presentación de la cartilla sellada en cuatro ocasiones se le puede entregar un diploma.